Hola. En este video describiré la estructura básica de los dos estados financieros más usados en la práctica: estado de resultados y el estado de situación financiera. Después de este video, encontrarás otro que explica la estructura del flujo del efectivo. Empecemos por el estado de resultados. Este es quizás el estado financiero más conocido y utilizado en la práctica. Se puede entender su estructura observando sus tres niveles de utilidad: bruta, operativa y neta. La utilidad bruta resulta de restar de las ventas netas, es decir, las ventas totales menos cualquier descuento de evolución el costo de venta. El costo de venta representa todos los gastos directamente relacionados con la operación. Entre ellos destacan: las compras de materias primas, los desembolsos relacionados con la mano de obra directa y todos los otros gastos indirectos de operación, también conocido como "overheads". Sobre cómo se calcula el costo de venta, hablaremos en un momento. La utilidad bruta representa la efectividad de la empresa para generar utilidades directamente de la producción de bienes y servicios. Cabe decir, que una utilidad bruta negativa avizora graves problemas para una empresa, ya que refleja bienes o servicios que ya no están siendo posibles colocar en el mercado o un proceso productivo ineficiente. Generalmente, para revertir una utilidad bruta negativa se requiere de un rediseño de los productos y servicios que se están ofreciendo o la adquisición de nuevas y más eficientes tecnologías de producción. El EBITDA que se lee por sus siglas en inglés como "Earnings Before Interest Taxes Depreciation and Amortization" se obtiene al restar de la utilidad bruta todos los gastos desembolsables operativos, es decir, todos aquellos gastos que efectivamente representan salidas de dinero de la empresa, como por ejemplo, los gastos relacionados con las ventas, tales como el mercadeo y las comisiones a los vendedores, los gastos de administración, como por ejemplo, salarios, beneficios laborales, capacitaciones y los gastos generales, que son todos aquellos egresos necesarios para el funcionamiento de la empresa, tales como arriendos, servicios públicos, entre otros. El EBITDA es un valor muy analizado y comentado entre los analistas financieros, ya que es una medida de la capacidad de la empresa de generar dinero directamente de la producción y venta de bienes y servicios. Las empresas también producen gastos no desembolsables, es decir, que no representan salidas efectivas de dinero. Estos son la depreciación de los activos fijos y la amortización de los activos intangibles. Estos gastos no desembolsables, si bien no representan salidas de dinero, sí reducen el pago de impuestos, ya que son gastos deducibles del impuesto de renta que anualmente pagan las empresas. Cuando se restan estos gastos no desembolsables al EBITDA se obtiene la utilidad operativa o EBIT, por sus siglas en inglés "Earnings Before Interest and Taxes". Este también es un indicador importante para los analistas financieros que buscan evaluar la salud financiera de una compañía. Una utilidad operativa negativa, por ejemplo, indica que las empresas deben iniciar procesos de revisión de los gastos de operación, como buscar eficiencias operativas, reducción de nóminas administrativas, entre otros. Para llegar al último nivel de utilidad, que es la utilidad neta, primero se tienen que incluir todos los ingresos y gastos no operativos. De estos destacan los ingresos por actividades no operativas como inversiones temporales o de largo plazo, ventas de activos no productivos o ingresos extraordinarios y los ingresos no operativos, como por ejemplo, el pago de intereses o egresos producto de eventualidades. A la utilidad antes de impuestos o utilidad gravable se le restan los impuestos y se obtiene el último nivel de utilidad, que es la utilidad neta. Esta utilidad neta debe evaluarse con cuidado porque se ve afectada por razones que no necesariamente tienen que ver con la operación de la empresa. Por ejemplo, la utilidad neta podría ser positiva y el EBIT negativo, indicando que otros ingresos no provenientes de la operación de la empresa cambiaron el signo de la utilidad neta o por el contrario, una empresa puede presentar una utilidad neta negativa y un EBIT positivo, indicando que si bien la operación produce utilidades, estas se las llevan otros gastos, como por ejemplo, el pago de intereses. Para terminar la descripción del estado de resultados, quisiera presentar el proceso de cálculo del costo de venta. El detalle de este proceso sale del alcance de esta breve revisión, pero es importante entender para el caso de una empresa manufacturera, que sería el caso más complejo, que el proceso involucra tres tipos de inventarios, que son: el inventario de materias primas, el inventario de productos en proceso y el inventario de productos terminados. Las compras de materias primas se le agregan a lo que ya la empresa tenía en su inventario de materias primas y al restarle el saldo final del inventario de materias primas, se consigue toda la materia prima que se consumió durante el período. Luego, a esa materia prima consumida se le suma todo lo que la empresa gastó en el período en mano de obra directa y en todos los gastos indirectos de fabricación, como: seguro, depreciación de la maquinaria usada en el proceso productivo, gastos de mano de obra directa, materiales de producción y servicios públicos de la planta y obtenemos el costo bruto de producción. Al ajustar por el inventario de productos en proceso, se tiene el costo de producción en proceso. Finalmente, a ese monto se le suma el saldo inicial del inventario de producto terminado y se le resta el saldo final de dicho inventario para obtener finalmente el costo de venta. Pasemos ahora al estado de situación financiera. Este estado financiero nos indica todo lo que la empresa tiene o le genera un beneficio, que son los activos y todo lo que la empresa debe a terceros, que son los pasivos y a sus dueños, que es el patrimonio. Los activos, a su vez se dividen en dos: activos corrientes, que son todos aquellos activos que se convertirán en efectivo en el corto plazo, de ellos destacan el efectivo mismo o los equivalentes de efectivo, las cuentas por cobrar, los inventarios y todos los otros activos que se convertirán en efectivo en menos de un año. Los activos fijos se suelen dividir a su vez en dos grupos: activos tangibles como propiedad, planta y equipos, y los activos intangibles como marcas adquiridas o patentes desarrolladas. En ambos casos, estos activos son utilizados por la empresa para la producción de bienes y servicios. La lectura del lado izquierdo del balance también nos permite muy rápidamente identificar el tipo de empresa. Por ejemplo, una empresa manufacturera generalmente tiene proporcionalmente una cantidad alta de activos fijos e inventarios, ya que transforman los inventarios en productos terminados a través de procesos productivos, donde se requiere gran número de activos fijos. Por otro lado, las empresas comercializadoras tienen un alto nivel de inventarios, pero bajo niveles de activos fijos en términos relativos. Por último, están las empresas de servicios que suelen tener pocos niveles de inventarios y de activos fijos, ya que prestan servicios más que productos. El lado derecho del balance está compuesto por todo lo que la empresa debe. Estas deudas se llaman "pasivos". Los pasivos se subdividen en dos: pasivos corrientes y pasivos de largo plazo. Esa división depende del plazo que se espera pagar dichas deudas. Si las deudas se esperan pagar en un período menor a un año, se incluyen dentro de los pasivos corrientes. Ejemplos de este grupo son las deudas financieras de corto plazo, las cuentas por pagar a los proveedores, los gastos acumulados por pagar, que son todos los gastos regularmente de operación como los alquileres y servicios públicos. En el caso de las deudas que se esperan pagar por un período mayor de tiempo, se agrupan en los pasivos de largo plazo. Estas suelen ser las deudas financieras de largo plazo, impuestos diferidos, entre otros. Por último, están las cuentas de patrimonio que agrupan las acciones comunes, es decir, los títulos de propiedad de la empresa y las ganancias retenidas, que es una cuenta que acumula las utilidades actuales y de años anteriores, así como los dividendos. Existe un estado financiero que va al detalle de las cuentas de patrimonio, que se llama "estado de Situación Patrimonial". Sin embargo, ese estado financiero no lo veremos en este curso. El estado de resultados y el estado de situación financiera se conectan a través de las ganancias retenidas. Las ganancias retenidas de un año deben ser iguales a las ganancias retenidas del año anterior más las utilidades netas del año menos los dividendos pagados. Esa relación contable junto con el hecho de que los activos deben ser igual a los pasivos más el patrimonio se conocen como las ecuaciones fundamentales de la contabilidad y garantizan la consistencia de la información contable de una empresa. En el próximo video explicaré en detalle el estado del flujo del efectivo, que según mi opinión, es el más importante de todos, ya que apunta al objeto de una buena decisión financiera, que es la generación de efectivo.