Cuando nos planteamos tener que intervenir con personas que presentan enfermedades
mentales, lo primero que hemos de tener presente es cómo nosotros estamos
para afrontar la situación.
En caso de tener dudas o de no tener clara nuestra intervención
dejaremos paso a quien esté más preparado.
Partimos de que las situaciones de estrés que han vivido
estas personas que presentan o son diagnosticadas enfermedades mentales
han sido más alto que su nivel de tolerancia a ella.
Y así en un momento determinado la persona presenta toda una sintomatología
que hace que sea diagnosticada, pero eso no quiere decir que no tiene recursos.
Los tiene, y los ha utilizado en la medida que ha podido, este es un concepto básico.
Tienen recursos aunque sus dificultades de afrontamiento sean indiferentes o
particulares.
Y no dependerán de un diagnóstico sino de las caractéristicas individuales de cada
persona.
Así pues hemos de tener presente que su nivel de tolerancia al estrés
será más bajo a priori o que pueden,
que sus reacciones ante el mismo cumplan unas características especiales.
Si sabemos el previo, nos ayudará hacernos un mapa mental de como podemos
establecer la comunicación con él y al igual que somos muy respetuosos cuando nos
dirigimos a las personas cuando las intervenimos, en personas con
estas características tenemos que estar pendientes de otros factores.
El previo va a ser un paso crucial.
Al igual que la observación sobre de reacciones,
hemos de estar especialmente centrados y conscientes en esta situación.
El previo es la información que tenemos o disponemos sobre el acontecimiento.
¿Qué es lo que ha pasado, cómo ha pasado, quién habían?
¿Cómo han participado?
Si fue provocado o fue fortuito el incidente, etcétera.
La información como previo y que la información,
¿qué información tenemos que dar?
¿Y cómo darla?
Tenemos que estar seguros de lo que hablamos.
El concepto en el que administres estos primeros auxilios psicológicos será de
gran importancia.
El entorno tiene que ser cómodo y tenemos que tener en cuenta que la adaptación
a nuevos espacios les puede costar.
Por tanto, en la medida que podamos tenemos que hace que sea donde
la persona se sienta más segura.
Para saber donde se siente más cómodo, solo hace falta preguntar,
¿está bien aquí?
¿Prefieres otro lugar?
Buscaremos a personas que lo conozcan y que para él o ella sean significativos,
you que a la hora de comunicarse seguramente van a ser los primeros que se
den cuenta de cómo están reaccionando.
Pero tenemos que tener en cuenta o valorar que estas personas que
podrían ser facilitadoras estén en esta posición, en la de facilitación,
you que a veces nos hemos encontrado que las personas de soporte son de poca
contención o el miedo hace que se angustien más,
impidiendo que realicemos bien nuestro trabajo y convirtiéndose en los
protagonistas del accidente o poniendo la persona más angustiada de lo que you está.
Por tanto, si antes podemos hablar con estas personas más próximas para preguntar
o tener información, podremos saber cual es su relación y el concepto, o el miedo o
la manera en que tienen que relacionarse con la persona afectada y su enfermedad.
Al igual que nos pueden dar información sobre diagnóstico,
la medicación y la historia previa de haber pasado por
situaciones difíciles o traumáticas y cómo reaccionaron anteriormente.
Hemos de considerar que pueden tener o presentar alteraciones en las
percepciones, por lo que cuando nos acerquemos siempre hemos de pedir permiso.
Para hacerlo, ¿te importa si me acerco?
Eso facilitará que el consentimiento lo de el otro y que sea más fácil que no sirva
nuestra presencia como una invasión,
you que los respetamos desde el inicio de la comunicación.
La presentación que nosotros hagamos ha de ser clara y concisa, preguntamos qué
es lo que sabe o qué es lo que le han dicho sobre lo que ha pasado y escuchamos.
Como siempre estamos atentos a las explicaciones y a la comunicación verbal y
no verbal sobre los mismos.
Una buena observación y una iii activa facilita no solo un buen contacto con
la persona sino se proporcionará elementos de valoración sobre cómo está.
Las personas sobre las que realizamos la acción nos han de poder ver como
personas que vamos a ayudar y a contribuir a su bienestar,
por lo tanto estaremos muy atentos a estas percepciones
y seremos muy respetuosos con el espacio vital del otro, y con su invasión.
Cuidaremos los gestos, las acciones, las acciones de cercanía,
que no quiere decir que estemos distantes.
En las relaciones se van regulando estas acciones.
Lo que vayamos diciendo o comunicando ha de ser claro, conciso, lento,
pausado, siguiendo un orden, lo más neutro posible, sin juicio de valor,
principalmente hemos de dar tiempo a que el otro pueda estar atendiendo
y entendiendo lo que le estamos diciendo.
Para eso previamente nosotros hemos haberlo hecho.
Iremos preguntando a medida que vamos informando,
si tiene alguna pregunta, si lo está entendiendo,
tendremos que ir regulando los silencios y la comunicación no verbal.
Nos ayudará si pudiéramos incluir qué canal de comunicación tiene la otra
persona, you que nos facilitará la comunicación con él.
Aquí entraría la segunda fase, que es sobre las reacciones que puede tener.
Estaremos atentos y atentas a las respuestas de las personas
facilitando como en todos los casos la expresión de las emociones, pero
especialmente estaremos atentos a si hay preguntas, qué tipo de preguntas hacen,
la intención de las mismas, por ejemplo si buscan los causantes de la acción,
si la pregunta es coherente con lo que hemos informado o estamos haciendo,
qué significado para él o para ella tiene la pregunta.
Miraremos con curiosidad qué es lo que le está preocupando.
Las miradas, si la persona está conectada a nivel visual
o no o si en algún momento desconecta.
El nivel de angustia que expresa y cómo lo expresa,
la diferencia entre la alteración y la violencia.
Tipos de pensamiento que muestra, si está alterado,
si es coherente con la situación que está viviendo, si está organizado,
o lo que hace es ir pasando por diferentes temas y sin mucho sentido,
si hay verbalizaciones amenazantes, la cercanía a otras personas en su entorno,
si busca estar aislado o busca proximidad, you que este es un factor de protección.
Tipos de conducta que muestran, si es permanente en movimiento,
si está centrada en sí misma y sin moverse.
Lenguaje corporal, la postura sea rígida, si los puños están cerrados,
la expresión facial si es tensa, si no es tensa, etcétera.
Es una fase donde pasamos a la observación y cuando veamos que algo no encaja
o tenemos dudas nos acercamos y preguntamos, puedo hacerte una pregunta?
Dependiendo del tipo de respuesta o cómo conteste podemos saber como se va
a encontrar.
En caso que la persona tome medicación y tenga profesionales de salud
mental de preferencia, podemos preguntar qué es lo que toma, si tiene algo pautado
para momentos de estrés, si quiere ahora utilizar ese rescate, etcétera.
En la línea de normalizas las reacciones y la situación en la que se encuentra you
que todos partimos de lo que está sucediendo sobrepasa lo habitual.
Consideramos que las estrategias de afrontamiento son varias, por tanto
siempre preguntamos algo donde sean ellos o ellas los que den la respuesta.
Nosotros le estamos facilitando que pueden ponerla en marcha.Y en esta línea también
podemos preguntar si necesita o quiere que llamemos a alguien que para él o para
ella sea próximo o de apoyo.
Una persona con enfermedad mental se puede descompensar en una situación máxima de
estrés o no.
Y de eso hemos de ser conscientes, por lo tanto no podemos tener una
actitud que de por hecho que pasara esto, pero sí que podemos estar atentos y
atentas a factores que nos hagan ver que se está dando.
Por lo tanto ¿qué es lo que no debemos de hacer en estos casos?
Incapacitar a la persona para que utilice sus recursos propios
con una actitud sobreprotectora o invalidante.
Estar tan atentos o con miedo a que se desarrollen ciertas conductas,
por ejemplo estar esperando que tenga un iii de violencia you que mayoritariamente
los miedos se perciben y seguramente hagamos acciones que conduzcan a él.
you hemos dicho anteriormente que a veces hay una distorsión de las percepciones.
Hablar con familiares o amigos a las espaldas de ellos sobre la persona.
Todo lo que se tenga que hablar ha de ser lo más claro posible y teniendo en cuenta
a esta persona en la medida que se pueda, siempre habrán casos especiales.
Estar presente sin ser invasivo y con respeto solicitar el permiso para
realizar las diferentes acciones, comunicando las finalidades que sean ellos
o ellas los que decidan, ¿qué te parecería tomar un poco de agua?
Creo que te podría ir bien.
Ayudarles a hacerle la idea de lo sucedido poco a poco y a través de lo que quieran o
puedan ir preguntando, ir al ritmo de cada persona, no ser bruscos, tener paciencia,
mostrar una actitud compasiva ante los hechos y no del juicio de culpalización.
No decir cómo se tienen que sentir, y si no muestran ninguna emoción,
aceptarlo así, esperando y observando las reacciones con el tiempo y si son
coherentes o no a las diferencias individuales o a las situaciones.
No gritar, no tocar, no alzar el tono de voz, no mostrar impaciencia,
no mostrar actitudes de exclusión en la toma de decisiones,
no tratarlos como si no pudieran hacer cosas o ser capaces de mostrar recursos,
no responder preguntas sobre sus posiciones que no sabemos que
pueden llevar a construir un discurso, una secuencia que no es correcta.
Lo que no sabemos no lo decimos.
En definitiva tenemos un marco mental donde disponemos de
la información que tenemos delante de una persona que puede tener más
dificultades pero que sabemos que también puede tener recursos,
así pues nos centraremos en estos últimos y facilitaremos que puedan emerger.
Nosotras y nosotros escuchamos y observamos y el personal especializado si
lo necesitase you será quien intervenga a otro nivel.
Gracias.