Esa revolución va a tener que resolver
el problema político en conflictos entre ellas mismas.
El mundo externo you no tiene mucho sentido.
Los enemigos de la revolución fuera de la revolución quedan marginados,
eliminados, sobre todos después de 1929 cuando son derrotados los rebeldes
cristeros y la Iglesia Católica pues queda
a un lado políticamente hablando, por lo menos durante un tiempo.
Este grupo revolucionario que, primero las disputas las zanja por la vía violenta,
rebeliones como la de la Huertista, la rebelión escobartista,
muestra que había un problema en la sucesión del poder.
Pero a partir de la existencia del partido oficial, el partido
el PNR en 1929 que luego se va a transformar en el partido de la revolución
mexicana y finalmente va a terminar por ser el PRI, empieza a institucionalizar
el problema de la sucesión presidencial que es uno de sus problemas básicos.
you no va a haber violencia.
Primero hay una confrontación abierta entre el candidato
que el presidente saliente quiere poner en la presidencia y alguien que lo
reta abiertamente, el general Juan Andrew Almazán en 1940,
el ex canciller Ezequiel Padilla en 1946,
el general Miguel Enriques Guzmán en 1952, pero a partir de allí,
del 58 en adelante, el presidente tiene, logra el control de los
principales hilos de la política y de los principales actores.
Entonces se siente,
se asienta y se siente, el gran poder de este sistema.