[MÚSICA] [AUDIO_EN_BLANCO] Como señalé en la clase anterior, el sistema político mexicano era, es formalmente un sistema democrático, pero en la realidad lo podemos clasificar como un sistema autoritario, uno de los sistemas autoritarios más exitosos del siglo XX. En los 1970, el mundo occidental, por lo menos, empezó a transitar en la parte autoritaria que aún tenía de estos sistemas a la democracia. Se le ha llamado a eso la Tercera ola democrática. La primera empezó siglos atrás, y ésta es la tercera. Empezó en Portugal y en España, en la Península Ibérica, luego ya se trasladó a América Latina y empezaron los cambios. Recuerden ustedes que durante un tiempo, por ejemplo, la dictadura militar chilena pues era lo que caracterizaba al sistema político de ese país, y se vino abajo, se reinició la democracia. México no tenía manera de reiniciar la democracia porque políticamente nunca la había experimentado. Y realmente, su sistema estaba basado en un partido o partido dominante le llaman unos, partido de Estado le llamaría yo, el PRI, en una presidencia fuerte, y estaban muy disminuidos los otros poderes, el poder judicial, el poder legislativo. Los gobernadores realmente eran administradores de lo que el presidente decía, no eran producto de la soberanía de los estados. Pero el sistema empezó también a desgastarse. Quizá el momento más obvio de este desgaste es, políticamente hablando, 1968, el momento en que se reprime una manifestación de estudiantes que ya estaban pidiendo de manera todavía no muy clara, pero un cambio de régimen. Después del 68 viene el gran shock económico, que empieza en la segunda mitad de, bueno, la mitad, a mediados de los 1970, cuando el sistema económico you no está funcionando bien, el sistema de sustitución de importaciones, el petróleo, el descubrimiento del gran yacimiento de Cantarell lo salva durante un tiempo, pero en 1982 finalmente esto se viene abajo, ese sistema ya no aguanta. Y entonces, la economía mexicana que hasta entonces había sido bastante exitosa, se hablaba en un tiempo, en los años 50, 60, del milagro mexicano, porque crecíamos al 6% anual nuestro Producto Interno Bruto en promedio, ese era el crecimiento. Se detiene y van a venir los tiempos de las vacas flacas, y algunas muy flacas. Es el desmantelamiento de la antigua industria mexicana, es tratar de abrir a México al mundo, competir con los grandes cuando nosotros no tenemos los instrumentos de esos grandes; y entonces se va acumulando una serie de demandas políticas que impiden que el sistema siga funcionando como en el pasado. Le van quitando poderes al Estado, la nueva economía le quita mucho poder al Estado; antes la economía estaba dirigida por el Estado, ahora tiene que dirigirla el mercado, y un mercado que ya no es más que parcialmente nacional. Y, además, se está viendo el ejemplo de América Latina, ya hablé del de Europa, también en Asia hay transiciones del autoritarismo a la democracia, hay una especie de contagio, contagio internacional. México no puede quedar ausente y se va dando el cambio. Las elecciones de 1988 son muy cuestionadas, el sistema se impuso, pero you no tenía credibilidad. Y en 1989 resulta que hay un gobernador de oposición, un gobernador panista en Baja California. Esto significa un cambio, aunque es una entidad federativa de 32, es suficiente para que empiece a cambiar todo el complejo sistema de poder en México. Luego, you en los 90, pues va a ver una auténtica, auténtica competencia de partidos. El PAN que había sido antes un partido testimonial no aspiraba al poder, ahora sí, ahora sí aspira al poder. Y el PRI se divide en dos, el PRI propiamente dicho se mantiene, pero de él surge así como de la costilla de Adán surgió Eva, bueno, pues aquí surgió el partido de la Revolución Democrática, encabezado por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Y ya para los 90 tenemos que en una elección intermedia, la Ciudad de México es también ya gobernada por la oposición; y el congreso tiene, ahora sí, un bloque fuerte, importante de oposición, una oposición de izquierda y una oposición de derecha. Aquí ya las cosas están cambiando con mucha rapidez. Y para el año 2000 hay tres candidatos que, efectivamente, van a competir en las urnas, y esta vez gana la elección presidencial el Partido Acción Nacional encabezado por Vicente Fox, es el principio de la transición mexicana. Ahora bien, esa transición se hace desde la derecha, y tiene una disyuntiva. Mantener una cierta alianza con el antiguo PRI para no enfrentar solo a la izquierda, o deshacerse del PRI y enfrentarse directamente con la izquierda. La decisión de Fox es no eliminar o no intentar eliminar al PRI, el enemigo más interesante para él es la izquierda, y llegamos a la segunda elección de la transición mexicana, que es la de 2006. Pero allí el opositor, la izquierda, señala que la elección no fue limpia, fue trucada, y ahí hay un problema. Y con esto quiero concluir esa lección, el problema que en las democracias quien da finalmente la legitimidad al ganador es el perdedor. El perdedor tiene que aceptar que fue una contienda limpia. Cuando no lo acepta y hay razones para que no lo acepte, entonces el problema se enturbia, y la transición mexicana empezó a enturbiarse en el 2006, y al momento de grabar esta lección, todavía no hemos salido de ese problema, todavía no tenemos unas elecciones realmente dignas de nuestra modernidad política. [MÚSICA]